‘Los políticos son los culpables de la crisis’. Esta afirmación, tan fácil como cierta, sin embargo esconde una realidad que es, definitivamente, lo que no nos deja salir de la crisis, es más, es lo que nos va a mantener en ella por un largo y frío periodo.
Un alcohólico, lo primero que debe hacer para curarse es reconocer su enfermedad. La ciudadanía, igualmente enferma, lo primero que debe hacer para salir de su estado es reconocer su situación, y la realidad que le ha llevado a encontrarse en ella. En España, como ya adelantó Miguel Cervantes en su obra ‘Rinconete y Cortadillo‘, nuestra evolución natural nos ha llevado a la supervivencia por el encalome, es decir, si le puedo echar la culpa a otro y yo salgo de rositas, pues a ‘otra cosa mariposa’. Ese es el ‘modelo español’ de resolución de problemas, sumando puntos netos, si, encima, logras posicionarte como víctima.
La cultura del pelotazo, en mi opinión, es lo que nos ha hecho fracasar. Sí, fracasar, pero a todos, como país y como individuos. Yo soy culpable.
Si tú, que ahora lees estas líneas, en algún momento en los últimos 15 años, en plena burbuja inmobiliaria, le comentaste con orgullo a tu cuñado, que tu casa, desde que la compraste, ya valía tropecientos miles de euros de más, despertando así el pequeño especulador que llevamos dentro, y, por tanto, favoreciendo la cultura del ‘ingreso sin trabajo’, alimentaste la especulación, y sí, eres culpable. Tú, que comentaste que el amigo de un primo de tu suegro, tuvo una idea increíble, y que ‘se forró’ desde casa solo dándole a la tecla, sin tener en cuenta que para que un emprendedor triunfe hay un millón que se arruinan, sí, eres culpable. Tú, que aceptaste la corrupción a pequeña escala, es decir, que consentiste una factura sin IVA, defraudando así al resto de españoles, e impidiendo que se pueda atender ahora a los dependientes, eres culpable. Sí, eres culpable. Tú, que en tu ciudad, pueblo o provincia, no callaste cuando se proyectó un aeropuerto, estación, auditorio o plaza, e incluso consideraste ‘anti-(póngase cualquier gentilicio ibérico)’ a aquel que se pronunciara en contra, eres culpable.
Podría poner muchos ejemplos más, y si no está ya abarcado, entraría la totalidad de la población de nuestro país. Todos somos culpables de la situación, pero es más fácil seguir culpando a otros, mirarse al ombligo y seguir buscando un nuevo pelotazo, truco, trampa o chanchullo que, como al amigo del primo de mi suegro, nos haga forrarnos en poco tiempo y sin despeinarnos. No entra en nuestro planes esforzarnos por cambiar el modelo, trabajar y dar ejemplo a las pobres generaciones que vienen detrás. Mientras tanto, el tiempo se acaba y el país se desangra. Yo sí soy culpable.
Guzman no puedo estar más de acuerdo contigo. Pero ahora además de flagelarnos habrá que hacer algo.
La sociedad no se ve así. Poca gente creo yo que tenga la capacidad autocrítica de verse como culpables de este desaguisado y en el mejor de los casos, dirán, sí vale, pero los otros más ¿no lo estoy pasando yo fatal? ¿no se lo han llevado los bancos a saco? Ese es el andamiaje psicológico y social que sustenta la ausencia de culpa. Y en tu caso concreto, has sido parte del sistema, lo que para muchos ya te hará cómplice.
Te has remontado a Rinconete y Cortadillo y por ahí se ancla el actual estado de cosas. Españoles ilustres llevan muriendo real o figuradamente por denunciar esta situación desde unos cientos de años.
En fin, casi estoy dispuesto a darle bombo a esto, aunque socialmente es un suicidio. Pero además de castigarnos, de la penitencia que tenemos encima ¿cuál es la salida? Hay que darle algo a la gente para que se agarre. La culpa por la culpa la aceptarán cuatro y no tiene ninguna utilidad.
Enhorabuena por tu blog, llevo suscrito un tiempo, aunque es la primera vez que intervengo.
[…] otra es un intento de escurrir el bulto por parte de un líder (cuyo trabajo, si breve, fue admirable e irreprochable), poniendo la culpa […]
Hola Guzman,
tu forma critica de ver la situación te da una posición priviligiada de cara al resto de los españoles. Esto lo puedo decir yo que llevo casi 17 años trabajando y viviendo en Alemania.
La mayoria de los españoles no son conscientes de que la situación que estan sufrieno ahora la han creado ellos mismos. El modo de prozeder de querer ganar dinero y no hacer nada por ello es tipico español.
La gente piensa «mientras a mi familia y a mis amigos les vaya bien, que le den por cu… al resto y al primero al estado». Lo que nadie vee, o quiere ver, es que lo que al estado le falta nos falta a su vez a cada uno de nosotros (o de vosotros).
Por supuesto que en primera linea han sido los bancos y el estado los culpables de la situación, pero «no se comente un asesinato solo con que alguien lo planee, alguien tiene que haber que lo cometa».
Un abrazo desde la fria Alemania
Dani Montero
Pues lamento no poder estar de acuerdo. Pienso que la efectivamente todos somos un poco culpables de la situación actual, pero únicamente por tragarnos las «bolas» que llevan metiéndonos durante los últimos 30 años y yendo a votar como zombies sin pensar un poquito más en profundidad las cosas.
Respecto a lo que dices de la cultura del pelotazo, yo desde luego miro a mi alrededor, mis amistades, mis compañeros de carrera, la gente de mi pueblo…y sólo veo gente muy currante, que no se ha endeudado más de lo que razonablemente ha podido y que intenta vivir su vida con tranquilidad. ¿Vivo en una isla? No lo creo.
Por cierto, te corrijo una errata, en esta frase se te ha colado el «no»: » Tú, que en tu ciudad, pueblo o provincia, no callaste cuando se proyectó un aeropuerto, estación, …»
Muy propio de la clase política: culpables somos todos.
Pues no puedo estar más de acuerdo: «sólo veo gente muy currante, que no se ha endeudado más de lo que razonablemente ha podido y que intenta vivir su vida con tranquilidad».
Vamos a democratizar hasta las culpas.
Gracias por el comentario, y por la corrección. Te agradezco que leas este Blog. Un saludo.
Gracias Marcos por leer mi Blog, aunque me quedo perplejo cuando me catalogas de clase politica ¿Has leído dónde trabajo? ¿Has leído los años llevo en la empresa privada? ¿Has calculado cuánto tiempo estuve en ‘política’? En fin.
Un saludo,