Esta mañana he tenido la suerte de asistir al Senado a la presentación de la nueva y, para algunos polémica, Web de esta Cámara. Desde aquí mi agradecimiento al Departamento de Prensa de dicha institución por incluirme, tanto en la puesta de largo de hoy, como en la evaluación previa desde hace unas semanas en un entorno cerrado.
La Web, y tampoco hace falta decirlo para darse cuenta, ha dado un salto cualitativo exponencial entre lo que había ayer y lo que hay hoy. Sin embargo, eso es lo de menos, es una cuestión que se espera y, por tanto, no nos detendremos. No obstante, si que considero que se ha iniciado un proceso, cada vez más común, de apertura, conversación, participación, transparencia y, como no, de colaboración. Solo por esto, que no es poco, ha merecido la pena asistir a esta jornada en la que las palabras que definen Gobierno Abierto se han repetido en boca de todos los presentes, con independencia del color político, estando de acuerdo que se ha avanzado en la buena línea, coincidiendo en que es mucho el camino que queda por andar.
El coste, fácil agarradero para la crítica popular -que pudiera compartir por el momento, que no por la ejecución- y la ausencia del uso de Software Libre en la construcción de la Web, fueron desmontados tras la pregunta de Mario Tascón, presente en la parte inicial del evento, que fue respondido con un contundente ‘se recibieron más de 60 propuestas y las que llevaban Software Propietario eran más baratas‘, lo que a su vez deberá despertar la autocrítica de las empresas dedicadas al Software Libre, disparo a la línea de flotación de la base de su argumentario, y es que, hay que reconocerlo, ni políticos ni ciudadanía están maduros para saber que el código libre va mucho más allá de los Euros.
Era necesario estar hoy allí, hablar, entender y observar como va calando el mensaje del Gobierno Abierto en las más altas instituciones. Como muestra, impagable, la conversación abierta, sincera y valiente que protagonizaron Mar Cabra, Directora de la Fundación Civio, y Juan José Lucas, Vicepresidente Primero del Senado, en la que me metí por lo intenso, rico y por mi siempre presente misión de impulsar la Transparencia y el Gobierno Abierto allá donde realmente valga la pena.
Se ha iniciado, claramente, una nueva forma de pensar que definitivamente está calando en quienes nos representan. Por mi parte, ahí estaré para aportar y caminar desde la creación conjunta. Así podremos hacer saber a los responsables, técnicos y políticos, que el Software Libre no es solo ahorro económico, es sobre todo libertad. Así mismo, no desecharemos la oportunidad de explicarles que la reutilización del código debe ser de obligado cumplimiento, como la apertura de datos, que no es tan solo mostrarlos, es hacerlos usables, muy lejos de los PDF actuales. Todo esto, como garantizar que la transparencia y el Gobierno Abierto no es solo tener una cuenta en Twitter, solo lo podremos cambiar desde dentro, en colaboración, participando y, con independencia de nuestras ideas, tratando de cambiar las cosas.
El Senado, y espero que en breve el Congreso, ha dado un importante paso hacia el Gobierno Abierto. Ha cometido errores, pero me niego a criticar a quien lo está intentando, se lo cree y empieza a asumir las máximas de transparencia, colaboración y participación. He ido para ayudar, aportar y ofrecerme a seguir abriendo instituciones que hasta hace solo unos años eran auténticos muros frente a la sociedad. Desde aquí, mis felicitaciones al Senado por empezar a cambiar las cosas en la buena dirección.