Este fin de semana, aunque no haya podido asistir, Pamplona ha tenido la gran suerte de acoger el ‘iWeekend‘, un lugar de encuentro de profesionales, creadores y emprendedores para ‘hacer que las ideas pasen’. Una iniciativa empujada por personas, con el único fin de crear. Este tipo de espacios, físicos o espirituales, de los cuales en ocasiones formo parte, son ahora más necesarios que nunca. Para vanagloria de algunos -los que se lo trabajan- es la frontera que separa el inmovilismo de quien piensa que su situación es provocada única y exclusivamente por terceros, y la posición de aquellos que se dejan de lloros, lamentos y quejas, y pasan a la acción.
El mundo se divide entre los que esperan a que su situación actual, sea cual sea, mejore por la acción de la administración, la empresa, el vecino, el tiempo o alineación de los planetas, y los que tratan de cambiar su posición desde dentro, empezando por ellos mismos, trabajando, aportando, arriesgando y, en definitiva, levantándose. Sin atisbo de casualidad, entre los que componen el primer grupo están los que lloran por las esquinas, los críticos, los voceros y aquellos que tan solo ven factores externos como causantes de su estado, descartando, faltaría más, cualquier asomo de autocrítica y entendiendo la nómina como un derecho. El segundo grupo, poco dado a perder el tiempo, es el que pone en juego su tiempo y dinero para salir adelante, con sus ideas, su talento o, simplemente, con sus manos.
Es importante defender al débil. Es vital, para que una sociedad funcione, amparar al que no llega, sin confundirlo con el que no quiere llegar. Al mismo tiempo, es imprescindible aunar recursos y empezar a entender que debemos poner todos de nosotros mismos, sin esperar a que los emprendedores, si tienen suerte, tiren del grupo de los que no se mueven, y si no tienen suerte, ‘ahí se las compongan’. ¿Cueces o enriqueces?
Mi reconocimiento a todos los que trabajan por mejorar por sus propios medios.
Aquí tenéis una imagen de uno de los paneles del iWeekend en el que se trataba de ordenar las ideas. Tomada por Puy Trigueros, asistente al iWeekend Navarra.