Mucho se ha hablado del futuro del periodismo relacionándolo con el soporte, y la verdad, no me voy a entretener mucho más escribiendo de si el papel morirá o se quemará, como alguno se empeñó hace unos años. Sin embargo, sí que me gustaría entretenerme en lo que entiendo que será el periodismo en los próximos años.
Esta mañana, El País publicaba un vídeo con una excelente entrevista a Alan Rusbridger, Director del periódico inglés The Guardian, y sin saber todavía si es bueno o malo, me ha llamado la atención que sus ideas coincidan plenamente con las mías, al menos en los cortes que han tenido a bien ponernos. Una vez leída la entrevista completa en la edición domingo –también en formato digital– no puedo más que escribir este post de consanguinidad online con este periodista de vanguardia.
Este señor, únicamente sospechoso de llevar demasiados años trabajando para un mismo medio -empezó en The Guardian en 1979 con alguna discontinuidad hasta que en 1987 volvió definitivamente- nos cuenta, con la perspectiva de quien empezó a innovar en la era digital con un Tandy 80 -más parecido a una Olivetti que a un Spectrum-, su idea del periodismo que viene, o mejor dicho, del que ya está aquí, al menos en sus redacciones, demostrando la importancia de la formación e instinto de quien tiene la responsabilidad de informar, contar y trasladar a sus lectores la realidad, y no la ‘celosa realidad’, que es lo que pasa en la generalidad de las redacciones y despachos anexos.
La respuesta de Rusbridger a la obligada pregunta sobre su visión del futuro del periodismo digital es taxativa: ‘El periodismo digital es el futuro del periodismo‘, a lo que añade -alimentando mis tesis en la misma línea- que será abierto, colaborativo y -no perderse detalle- ‘parte de la red de información en que participan otras personas, no sólo periodistas‘, llamando a ‘liberar ese poder de información’ que a buen seguro ‘nos conducirá al éxito comercial’, aunque este último punto poco importa a quien normalmente escribe.
Más allá de aprobar y aplaudir todas y cada una de las palabras que pronuncia mi nuevo gurú del periodismo, deberíamos incidir en que la creación de espacios colaborativos en la nueva comunicación periodística no sólo es una demanda del lector, es una clara amenaza para las estructuras redaccionales tal y como las conocemos ahora, pudiéndose dar que cualquiera, con un poco de talento, construya un diario digital con contenido reflejo de los espacios colaborativos ya existentes o de los que, a buen seguro, están por venir. Nuevos medios de comunicación multimedia con unas barreras de entrada mínimas, lejos de aquellas que han contribuido a mantener la supremacía y control de la información en nuestro país, despidiéndose definitivamente de aspectos tan costos como la impresión y la distribución.
Este autodenominado ‘loco de la tecnología’ -desde ya pido que sea declarada ‘especie protegida’ por razones de edad- no es que se haya dado cuenta de la necesidad de abrir y abrirse al mundo, también ha superado ese absurdo poder que lleva al secuestro de la información, y ha obligado al diario que dirige a ‘estar en la vertiente social’, situando el éxito de su edición online en haber sabido ‘estar en el 2.0 cuando otros seguían en el 1.0’, apostando claramente por la renovación, mientras que la masa de diarios, atenazada por su voluntaria ceguera, sigue apostando por morir, como ya resumíamos hace un año y medio en el post: MEDIOS IMPRESOS: Esta vez sí, renovarse o morir.
Para colmo de mi admiración, pronuncia una frase tan bonita como ‘Twitter es la herramienta periodística más poderosa que ha aparecido en los últimos… umm… diez años‘, dejándome al borde de la petición de mano, por supuesto de ‘su mano’, esa que ha convertido al 90% de sus redactores en ‘periodistas digitales’, la mayor concentración de este género si tenemos en cuenta que la redacción la forman 640 almas, que bien podrían estar preocupadas si siguen leyendo tan imprescindible diálogo en el punto en el que dice que ‘Twitter es recurso humano‘, una gran verdad que nos devuelve a la idea de la facilidad existente en crear un nuevo espacio informativo con un presupuesto inicial irrisorio, para mi, la verdadera y futura amenaza de los Grupos de Comunicación.
Comparto plenamente tu post Guzmán. Cuando el escenario cambia, si tú no eres capaz de cambiar con él, algo estás haciendo mal. Eso es lo que les pasa a los grupos de Comunicación. Su mundo se desmorona pero ellos siguen aferrados a unas bases que sirvieron en su momento pero que hoy ya no resisten. La Comunicación se mueve en un nuevo entorno y el periodista de hoy es digital, es 2.0, participa y fomenta la conversación, busca y recopila, analiza y reflexiona, aprende y enseña. En definitiva, hace todo lo posible por comunicar.
Muchas gracias por el comentario Marta! Viniendo de ti, es un honor que pienses igual, y siendo periodista como eres, es una garantía.